No me podía imaginar el día
veintinueve de noviembre pasado cuando escribía en mi blog sobre “EL ERE DEL
VATICANO”, que estas líneas tuviesen tanta repercusión entre la curia romana,
porque estoy seguro que alguien del entorno Vaticano lo ha leído, si no ¿a que
viene la rápida renuncia de SS Benedicto XVI?. Tampoco era para tanto, total lo único que pretendía era llamar
la atención sobre algo de lo que les veía “distraidillos”; porque realmente, ¿a
que empresario de la Unión Europea le importa en estos momentos, tal y como está
el mercado laboral, mandar al paro a una mula y a un buey?; la única conclusión
buena de aquello es que de momento los Reyes Magos conservan su puesto de trabajo,
por lo menos hasta la próxima Navidad y los palestinos e israelitas ahora les “toca
el descanso” hasta la próxima.
Esperemos que el sucesor
de Ratzinger sepa conducir a la Iglesia Católica por los agitados mares que
ahora nos toca vivir mejor y de una vez por todas se implique más en solucionar
los problemas terrenales y estar al lado de los más desfavorecidos, vamos que deberían
cerrar el Banco Vaticano y repartir sus activos entre los pobres, como haría
Jesucristo.
Seguro que afectaría a la
prima de riesgo y todos tan contentos, no como el Primer Ministro de Rusia, D.
Medvedev, que aprovechando que les ha caído un trozo, o tres, de asteroide en la
cabeza va y dice:”la economía es vulnerable”, toma con el listo; sobre todo para las
compañías de seguros que tengan que pagar los desperfectos ocasionados por “los
pedruscos caídos del cielo”, o no, porque seguro que a la hora de pagar se
agarrarán a alguna cláusula por la que no esté contemplada la indemnización por
este fenómeno astral.
Lo realmente preocupante
hubiera sido que el asteroide hubiese caído en el Vaticano; entonces las
perdidas en personas, obras de arte, edificios, monumentos, etc. etc. sería
incalculable, sin mencionar que algunos lo relacionarían con la dimisión de SS
Benedicto XVI, nunca más lejos de la realidad, aunque también sea dicho de
paso, es más fácil que caiga un asteroide en la estepa de Rusia, que
precisamente sobre el Estado Vaticano, por superficie de uno y otro, además de
algo tendrán que valer las plegarias, digo yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario