jueves, 7 de febrero de 2013

ADIÓS ANGELITO, ADIÓS........


Como ya dije en otro anterior blog refiriéndome a la letra de las sevillanas que canta Maria del Monte ….. CUANDO UN AMIGO SE VA, ALGO SE MUERE EN EL ALMA ….., aquí añadiría yo …O TE QUEDAS CON UN AMIGO MENOS… eso es más o menos lo que me ha ocurrido a mi hace ya unos días, pero sin dramatizar que el asunto tampoco es para tanto.
Como ya todos sabéis, desde hacemos más de tres años los VETERANOS  de AR nos solemos encontrar periódicamente para charlar, contarnos nuestras historias y recordar tiempo pasados, eso sí, casi siempre acompañados del buen yantar.
Este grupo tan homogéneo lo formamos antiguos compañeros del Dptº de Ventas de AR en Madrid, que en su momento éramos más que simples colegas de trabajo; y mira que es difícil encontrase con esto, a mi personalmente en el resto de mi vida laboral no me ha vuelto a ocurrir, los compañeros éramos solo eso, compañeros, pero esa raya que delimita con la amistad raramente le he salvado.
Bueno, al asunto, nos fuimos encontrando poco a poco los unos a los otros por diferentes caminos, pero al final lo hemos conseguido y estamos tan felices de estar de nuevo juntos; solamente teníamos un asunto pendiente; dar con el paradero de Ángel Arias, uno de los nuestros durante más de veinte años, lo hemos estado intentando todos por diferentes caminos, hasta el reportero Tribulete se implico en la búsqueda y nada daba resultado.
Pero mira tú por donde hace unos días hemos localizado un número de teléfono donde probablemente lo podríamos contactar, dicho y hecho, cada uno de nosotros nos pusimos manos a la obra de llamar a diferentes horas del día, ya que no atendía nadie dicho teléfono. Yo personalmente llamé once veces y al fin tanta insistencia dio sus frutos, cuando ya lo iba a dejar por imposible.
Atendió a mi llamada una voz de varón que dijo ser un hijo de nuestro entrañable Ángel ¿.?. Después de veinte años de compartir trabajos, almuerzos, reuniones, juergas, etc. etc., estoy absolutamente convencido de que mi interlocutor era el mismísimo Ángel Arias, pero bueno, yo quería respetar su intención de anonimato, aunque no entendía muy bien el porque. Durante aquella esperpéntica conversación con “un hijo” que me hacia preguntas personales sobre cada uno del resto de nosotros, de temas y de asuntos que únicamente podría estar al corriente el mismísimo interesado, le dije cuando podría ponerme en contacto con “su padre” y me remitió al mismo número de teléfono a la mañana siguiente, no obstante le deje mi número de móvil con el encargo muy especial de que únicamente nos gustaría saber algo de Ángel y si fuera posible darle un abrazo, sin más.
Hasta hoy nada, no ha contestado al teléfono y a mi no me ha llamado, ¡que pena!, con el interés que lo hemos buscado todos durante tanto tiempo. Es muy respetable su intimidad y que no quiera saber nada de sus antiguos compañeros/colegas/amigos, pero a mi lo que más me fastidia es que haya tratado de engañarme haciéndose pasar por otra persona, él sabrá los motivos, pero para mí este capitulo sobre Ángel Arias está definitivamente cerrado, como decía mi sabia madre: PARA EL QUE NO QUIERE SABER NADA DE MI, TENGO YO MUCHO.

Adiós Angelito adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario