De
nuestro corresponsal el reportero Tribulete.
Desde hace unos días, se comenta
en círculos de la jet set, que se encuentran por orillas del Mare Nostrum la
familia Alvarez.
Haciendo indagaciones en su
proximidad nos hemos enterado que desde su llegada han tenido unos días muy ajetreados. Lo
primero fue poner en orden la mansión, ya que desde hace tiempo no venían por
estos pagos; han tenido que pasar revista al cuerpo de casa y luego a las
dependencias, todo estaba más o menos en orden.
Se comenta también que a su llegada se han encontrado con viejos
amigos de Madrid como el matrimonio Mila & Braulio que estaban pasando unos días en su mansión del Campo de Golf. Han sido unos días de actividades
lúdicas muy intensas; empezando por un encuentro a orillas de la Playa de San
Juan en una conocida cafetería donde cambiaron primeras impresiones y
planificaron las actividades para días posteriores; esa misma noche los Sres.
Andres (Mila & Braulio) sirvieron una cena mitad fría mitad templada en su
pent house, como esta gente es tan natural habían dado permiso al servicio, así
que todo ha sido muy informal a la vez que entrañable. Alrededor de la mesa se sentaron otros amigos recien llegados de Madrid; en cuanto a las viandas
todo un lujo la degustación de exquisiteces, desde revueltos de angulas de
Aguinaga (muchas) con huevo (poco) y langostinos del Mediterraneo, para luego
pasar a embutidos selectos de Salamanca (lomo pata negra) y demás delicias del paladar que no me atrevo a
contar. Todo ello regado con caldos de Rioja de una antigüedad próxima a
tiempos de Neron.. De postre sirvieron un helado (grande) con muchas
cucharillas y ahí compartían los comensales, vamos como en la mili, pero en
fino.
La velada se prolongo hasta
altas horas de la madrugada, según me comentan, se trataron temas de rabiosa
actualidad como la nueva reforma laboral, el precio del combustible para yates,
las ofertas en pelotas de golf que hay en Carrefour, etc., etc., casi al
amanecer los Alvarez se retiraron a su mansión ya que tenían que desayunar con
las abuelitas.
Otro día más.
El reportero Tribulete
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