El otro día hicimos un viaje Lola y yo por tierras de la Sagra; concretamente empezamos por Numancia de la Sagra; ciudad natal de mi suegro Ángel. La familia lleva ya un tiempo tratando de localizar una placa conmemorativa a Dª. Encarnación García Siñeriz, abuela de Ángel y por tanto bisabuela de Lola.
Dª. Encarnación García (1857-1929), fue maestra en la escuela de niñas de esta localidad toledana (llamada hasta 1936 Azaña) durante mas de cuarenta años; un año después de su fallecimiento y por suscripción popular fue colocada una placa conmemorativa en la casa donde vivió y murió, además de darla el nombre a una calle del pueblo.
El año 2003 dicha casa fue demolida y la placa conmemorativa se entrego a la custodia del Ayuntamiento; desde hace tiempo se construyo una nueva casa en ese solar pero lamentablemente la placa no se ha podido restituir porque se ha perdido en los almacenes de Ayuntamiento.
Desde hace tiempo estamos en contacto con algunos familiares que viven en el pueblo y también hemos conseguido contactar con D. Pablo Nieto, que es el Bibliotecario y Archivero municipal, con el fin de poder localizar la mencionada placa y ver de que manera se pueda volver a emplazar donde estuvo por más de cincuenta años. En este punto es mi obligación hacer una especial mención a la dedicación y el interés mostrado por el Sr. Nieto, ha indagado en las dependencias municipales y ha contactado con las personas que podían saber donde encontrarla, pero todo su esfuerzo de momento es estéril. Pero no todo han sido noticias desalentadoras, el Sr. Nieto nos ha facilitado documentación inédita sobre Dª. Encarnación, que la familia no habíamos podido obtener; tales como: hojas de servicio, solicitud de ocupación de la plaza de maestra vacante, recortes de prensa de la época donde se hace mención a ella, etc. etc.; este trabajo tan prolijo y minucioso es fruto del esfuerzo del Sr. Nieto que esta recopilando datos sobre el pueblo y las personas de Numancia de la Sagra y que verá la luz en un libro que editara el Ayuntamiento. Gracias Pablo.
Después de estas gestiones en el Ayuntamiento y de visitar a la familia, nos encontramos con Ricardo, que vino a buscarnos a la Plaza. Ya en plan de excursión nos marchamos a la ciudad Imperial. Primero hicimos una visita panorámica en su coche, luego nos invitó a almorzar en un restaurante magnifico, de los que él conoce de su época de político en la Diputación de Toledo. Nos pusimos morados con exquisitas viandas tales como venado, judías con perdiz, pastel de ……; todo ello regado con vino de la tierra.
Después y con “la andorga llena” nos pusimos a patear Toledo de norte a sur y de este a oeste, total más de tres horas andando hemos hecho una visita a la Ciudad Imperial de la mano de Ricardo que ni el más experto de los guías profesionales podría mejorar. Hicimos decenas de fotografías. Al crepúsculo y ya con los pies reclamando sosiego volvimos a Numancia donde nos separamos y cada mochuelo a su olivo.
Ha sido un gran día.
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