CUENTO BREVE:
Ayer al atardecer, casi al crepusculo, ibamos Lola y yo paseando tranquilamente por el paramo anexo o aledaño a la villa de Cevico Navero, cuando:
¡¡¡Oh!!! vimos venir en la lontananza un enorme rebaño de ovejitas (30.000 o 43.812 +/-), tuteladas por un pastorcillo (87 years old) y la consabida manada de perros amaestrados para el pastoreo; nada que ver a la sazón con el Portal de Belen.
Ante semejante escena de encanto pastoril (estuvimos a punto de tomar un taxi), pero no, aguantamos estoicamente hasta que estuvimos rodeados de toda la naturaleza en su pleno esplendor, vamos que a mí ya me picaban hasta los cordones de los zapatos.
Este fué el momento culminante, ¡¡¡ oh !!!, ¡¡¡ oh !!!, y otra vez ¡¡¡ oh !!!, cuando un tierno cabrito (no pensar mal y no irse por otros derroteros); me miro con sus tiernos ojillos,y yo a él y aquí creo que comenzo una tierna historia de amor. Si existen humanos que apadrinan niños saharauis (no sé si se escribe así, me refiero a los moros), ¿porque no yo voy a poder apadrinar a un tierno corderito?, total, que a estas alturas no sé yo si algo en mi empieza a cambiar. Advertencia: para los mal pensados es cabrito no oveja; que todos sabemos la mala prensa que tienen estas pobres con sus pastores.
Continuara......
No hay comentarios:
Publicar un comentario