Soy de la opinión de que
es mejor tomarse un tiempo para reflexionar antes de escribir, porque la que se
escribe aquí se queda para siempre y a veces el tiempo nos permite ver la misma
situación con diferente perspectiva y por tanto a lo peor las cosas son
distintas. Dicho esto, esta reflexión se la dedico a los catalanes y a sus
palmeros.
Puestos a buscar
singularidades de esta región (ya hace tiempo también hice las comparaciones
que me parecieron oportunas en este mismo blog), pero hoy se me viene a la
memoria otros datos curiosos y que voy a exponer como ejemplo de tan cacareada
singularidad catalana. Primer ejemplo: los Estados Unidos de Norteamérica
celebran su día de la Independencia cada siete de julio, en conmemoración del
siete de julio de mil setecientos setenta y seis; o sea el motivo de su
celebración es una victoria. Segundo ejemplo: en la Republica Argentina su “día
patrio”, como ellos lo denominan es el nueve de julio, casualmente ese día en
mil ochocientos dieciséis se proclamo la independencia de España; por tanto día
de alegría y exaltación nacional. Y para no aburrir únicamente pondré un último
ejemplo: el día catorce de julio es el Día Nacional de Francia, que conmemora
la toma de la Bastilla en mil setecientos ochenta y nueve, vamos más de lo
mismo, champan y mujeres para el jolgorio de los ciudadanos de “la France”. En
cambio aquí es donde yo veo otra prueba de la singularidad de los catalanes,
para ellos su día grande es el once de septiembre, lo llaman Diada, bueno pues
a mí me parece cuanto menos paradójico que ese día celebren la derrota a manos,
pies y caballos de las tropas Borbónicas al mando del Duque de Berwick, que en
mil setecientos catorce y en plena Guerra de Sucesión española tomo finalmente
la cuidad de Barcelona después de catorce meses de asedio.
A lo mejor por eso el
señor P. Iglesias en un acto de exaltación catalanista gritó sin cortarse un
pelo “viva Cataluña libre”, ¿tal vez es que desde 1714 los catalanes no son
libres?, eso sí tal afirmación la hizo en catalán, a ver si ahora a este señor
le ocurre lo que hace años al Sr. Aznar cuando dijo “yo hablo catalán en la
intimidad”, si bien es verdad que la diferencia entre uno y otro es más que
notable, el primero lo hace por crear polémica y que se hable de él y el
segundo era porque estaba en plena “luna de miel” con el Sr. Puyol que le
estaba apoyando en su legislatura.
Total, que llego a la
conclusión de que los catalanes (tal vez no todos, pero casi) les va la marcha
de sentirse victimas de todo y de todos; siempre se están quejando, pues bien
mira tú por dónde durante un añito les rebajaba yo sus competencias, atributos,
mejoras, prebendas, etc. etc. y se las dejaba a la altura de las que “disfrutamos”
los ciudadanos que como yo vivimos en Castilla y León, con las mismas carencias
y los mismos pocos servicios que disponemos. Se iban a enterar de lo que vale un
duro, cuando palparan en sus carnes como
los pueblos están casi vacios por la falta de oportunidades, cuando vieran que
los jóvenes después de terminar sus estudios tuvieran que buscar otros
horizontes, etc. etc., eso sí, con la enorme diferencia de que nosotros nos montamos
en un avión y después de diez o doce
horas de vuelo a nuestra llegada los ciudadanos de aquellos pagos nos saludan
con una sonrisa y nos dicen en castellano BUENOS DIAS, vamos que no necesitamos
un intérprete para entendernos.
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